A flor de piel: 04
A flor de piel de Antonio de Hoyos y Vinent Capítulo III PASTOR. -¿Pero qué es esto? ¿Qué significa esto? MME. ALVING. -(Con voz ronca.) ¡Espectros! IBSEN. «Esa mujer es un peligro para ti, créeme; no es capaz de querer, y tiene en sí algo que atrae, que fascina. No ha amado nunca, y para una vez que dicen quiso le costó la vida al interesado. Ha rodado mucho. Si no fueses más que un snob, pase; pero tú eres un detraqué, y es un peligro para ti». Las palabras de Julito repercutían en su memoria con esa claridad con que vibran en el oído las notas de una canción oída por la noche al despertar después de pesado sueño. Fue aquella la primera sensación de ser; la segunda un sabor acre, un poco acidulado, el gusto de aquellos labios maestros en un besar sabio que parecía sorber la vida. Tenía pesada la cabeza, dolorido el cuerpo, con impresión tan grande de repugnancia moral que casi degeneraba en malestar físico. No sentía sueño, ni tampoco ganas de...
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