El Zarco:Capítulo VII

18/03/2011 1.780 Palabras

El ZarcoCapítulo VII: La adelita de Ignacio Manuel Altamirano Tan pronto como la joven perdió de vista a su amante, se apresuró a bajar del cercado por la escalinata natural que formaban las raíces del zapote, y se encaminó apresuradamente hacia un sitio de la huerta, en que un grupo de arbustos y de matorrales formaban una especie de pequeño soto espeso y oscuro a orillas de un remanso que hacían allí las aguas tranquilas del apantle. Luego sacó de entre las plantas una linterna sorda y se dirigió en seguida, abriéndose paso por entre los arbustos, hasta el pie de una vieja y frondosa adelfa que, cubierta de flores aromáticas y venenosas, dominaba por su tamaño las pequeñas plantas del soto. Allí, en un montón de tierra cubierto de grama, la joven se sentó, y alumbrándose con la linterna, abrió con manos trémulas y palpitando de impaciencia las tres cajitas que acababa de regalarle el bandido. -¡Ah, qué lindo! -exclamó con voz baja, al ver un anillo de...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info