La postura negativa de los padres a que sus hijos fumen puede prevenir que estos se inicien en el hábito tabáquico, siendo además una medida duradera en el tiempo. En los años ochenta se produjo una disminución de adolescentes consumidores de tabaco, pero en los años noventa del siglo pasado la población asistió a un nuevo ascenso de hábito tabáquico entre la juventud. Esto ha llevado a plantearse a las autoridades si los esfuerzos preventivos han servido para algo. Las campañas utilizadas promovían actuar sobre el grupo que rodea al adolescente potenciando en éste modelos de conducta cognitivo social para resistir a la tentación de fumar y así informarle de los peligros de las malas compañías y de la publicidad en los medios de comunicación. Diversas conductas familiares influyen en que el adolescente pueda rechazar o aceptar el tabaco, como el apego a los padres, el que estos sean estrictos, la oferta de cigarrillos por parte de los padres o el desarrollo de...